¡Hola!

Te presento mi blog

Gracias por estar aquí

Te doy la bienvenida a mi blog, un espacio donde deseo compartir contigo desde un lugar un poco más profundo. Y si resuenas conmigo te invito a que también puedas escribirme y podamos mantener una conversación más personal.

Últimamente, siento que la vida va muy muy deprisa. Siento que empieza una semana y, sin darme cuenta, ya es domingo de nuevo. Esto me ha hecho replantearme la necesidad de parar de vez en cuando. De tomar aire, reflexionar, mirar hacia adentro para poder seguir transitando este viaje con más consciencia. Y el escribir estas palabras, este blog me permite parar. Es como una pequeña isla en medio del océano.

Un poco más sobre mi vida

Te explico un poco más sobre como es mi vida, esta que corre y corre y parece que se escapa entre los dedos de mi mano.

En la foto estamos Miguel Ángel y yo esperando a Neo, nuestro primer hijo.

Miguel es mi compañero de vida desde hace ya más de 13 años, nos conocimos trabajando un verano en un camping en Girona y a pesar de que él es de Salamanca y yo de Barcelona, el amor y la conexión que sentimos pudo con la distancia y hemos creado un hogar juntos. Él es mi complemento perfecto, me aterriza y me calma. No voy a decir que todo es perfecto porque la vida y las relaciones no lo son, pero sí que puedo palpar que las bases sobre las que hemos asentado nuestro hogar son sólidas. Y lo son porque los dos somos responsables con nosotros mismos, nos ocupamos de crecer, aprender, mejorar (con caídas y errores, somos humanos). Pero nos compartimos desde la mejor versión de  nosotros y eso para mí es clave en nuestra relación.

Evidentemente, no siempre hemos estado en este punto, hemos transitado un camino para llegar aquí y aún nos queda por recorrer y andar. Y como todos los mortales nos enfadamos, renovamos acuerdos, nos alejamos y nos acercamos pero lo hacemos en suelo firme o al menos esa es mi percepción de esta relación.

Nuestro hogar físico se encuentra en Llinars del Vallés, Barcelona. Vivimos en una casita en la montaña junto a Neo, nuestro primer hijo, que ahora tiene 18 meses, y Django, su hermanito peludo de 9 años. Nos confinamos aquí y ahora se nos hace impensable volver a vivir en la ciudad, la tranquilidad nos envuelve y es una maravilla, aunque muchas veces yo necesito salir en busca de bullicio y gente, pero lo prefiero así. Ir a buscarlo cuando necesito pero, que el resto del tiempo la calma y la tranquilidad sean la lo habitual. 

Y tú, ¿Tienes pareja? ¿Dónde vives? ¿También sientes que la vida va muy deprisa?

Si te apetece escribirme me encantará leerte y si te resuena te animo a que te inscribas en Kokoro donde te explico en una serie de mails mi intenso camino hacia la maternidad y donde te mantendré informada de nuevos escritos del blog, talleres o novedades.

¡Un abrazo!

Marina

¿Hablamos?

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